Ho'oponopono, Sonreír, Escribir y The Work

Ho'oponopono
Ayer (sábado 28 nov) asistí a una conferencia acerca de Ho'oponopono en Valencia. Esta es una técnica Hawaiiana desarrollada por el Dr. Len y bastante publicitada en Occidente por Joe Vitale en su libro, zerolimits ("Límite cero") que se fundamenta en la actitud de hacerse uno responsable de todo lo que toca mi vida (esto incluye problemas de otros, actos terroristas, crisis financieras y la rodilla raspada del hijo de mi vecina), a través de una fórmula repetida incesantemente, sobretodo en momentos de estrés:
Te amo
Lo siento
Por favor perdóname por aquello en mí que está creando esto
Gracias
Al "borrar" en mí las memorias (¿creencias?) que están reflejando lo que se manifiesta afuera de mí, las borro en todo el mundo y así voy "limpiando". Para ayudar a este proceso de "limpieza" o de "borrar" puedo sustituir lo expresado arriba por múltiples otras expresiones, más cortas y sencillas, incluso por expresiones que surgen en mi propia imaginación, tales como colores (Indigo, Azul Hielo, Blanco), simples palabras (fuente perfecta, Hawaii, agua solar, gracias, gota de rocío, lápiz, etc) o actos (hacer la respiración Ha, tomar agua solar, limpiar un lápiz y usarlo para borrar, etc). Por último, hay resguardos que podemos poner (un vaso lleno con 3/4's partes de agua, un poco de maíz azul morado) en diferentes lugares de la casa o la oficina que ayudarán a borrar memorias tóxicas por si a nosotros se nos olvida hacerlo.
Yo escuché todo esto con una mente abierta, como suelo escuchar todo y no fue hasta el día de hoy, de regreso a Madrid que comencé a realmente mirarlo, integrarlo y tratar de comprender porqué funcionaba tan bien para personas a quienes respeto como Joe Vitale y Mabel Katz (quien dio la conferencia).
Aquí está mi comprensión, y estoy abiertísima a comentarios y correcciones. Veo que es posible distraer la mente y el cuerpo de la creencia estresante y la reacción emocional consiguiente, meditante el uso de palabras en forma de mantra (gracias, gracias, gracias; azul hielo, azul hielo, etc). Para mí, tiene un poco la función del antiguo "contar hasta 10" cuando estás a punto de entrar en una discusión, sólo con el beneficio agregado de comenzar a sentir la emoción expresada cuando dices algo como "gracias" o "te amo". Otras cosas que puedes decir, como "papel para moscas" (traducción del inglés, flypaper), pueden terminar siendo tan absurdo que resultan humorísticos lo cual también permite superar miedo, angustia, ira, etc. Cuando hacemos esto con suficiente asiduidad, cambiamos hasta la composición química de nuestro cuerpo, lo cual influye a su vez sobre nuestro carácter. Esta práctica termina en una aceptación de la realidad como es. Otras personas también son influidas por estos cambios y el ambiente en sí también cambia. Se logra la deseada "transmutación" del que habla el Dr. Len.
Por otra parte, poner en mis alrededores objetos o sustancias que supuestamente pueden absorber los problemas (ya hemos visto los efectos sobre el agua de las emociones humanas) también tiene la función de permitirme "soltar" ya que yo no tengo que estarme cuidando porque me cuida el agua o el polvo de maíz. "Soltar" es un acto de "confianza" y la confianza es necesaria para comenzar a disfrutar de la vida tal como es. Cuando confío, no tengo necesidad de controlar y la vida puede comenzar a fluir de nuevo sin mi ayuda.
No hay nada de nuevo en todo esto, es parecido al sentido mágico que teníamos de la vida cuando éramos pequeños y puede convertirse en un divertido juego. Simplemente, nos hemos olvidado de ello al volvernos muy, pero muy "racionales", llenos de juicios y creencias y exigencias de control (deberías, tengo que's, etc) que están todos en guerra con la realidad.
Esto es una revisión muy somera y simplificada del Ho'oponopono.
Sonreír
Por otra parte, mi compañera de piso, Adriana, me comentó que había leído el otro día que si sonreímos (aunque no lo sintamos) al rato la sonrisa se contagia a todo el cuerpo y sonreímos de verdad. Funciona. Si estoy sintiendo tristeza, o enojo y me obligo a sonreír; poco a poco la emoción estresante se disuelve y el cuerpo se relaja. Al rato, ya no me acuerdo cómo aquello pudo haberme hecho enojar tanto y lo puedo dejar pasar.
Lo mismo me sucede a mí si canto, tarareo o bailo un poco, o escucho una música alegre. Y, ¡ni qué decir si me pongo a fijarme en mi respiración y comienzo a respirar muy hondo!
Escribir
Escribir me salvó la vida, lo sé además de que me lo dijo mi terapeuta un día. Llené cuadernos y cuadernos con lo que tenía en la mente y en el corazón, todas mis creencias, todas mis historias, todas mis rabias, lamentos, frustraciones, fracasos y éxitos. Escribí, escribí y escribí. No era para que nadie lo leyera (lo destruí todo cuando me mudé a España), pero todo aquello que parecía que no podía compartir con nadie, lo compartía con el cuaderno, lo sacaba de la cabeza y de mi obsesionarme sobre ello. Esto me permitía seguir adelante sin tener que estar agobiando a nadie con mis "historias", hasta que puede primer trabajarlas en terapia y finalmente disolverlas totalmente con The Work.
The Work
De esto no tengo que contarles porque es todo lo que hago aquí en este blog. Pero contemplen esto: Ante una situación o creencia estresante: Escríbela, sonría, di "gracias, te amo" suavemente en la cabeza varias veces y finalmente, pregunta a la mente-niño: "Cariño, ¿es verdad? ¿Puedes saber que es verdad con absoluta certeza?"
Puede que suceda un milagro o simplemente que uno vuelve a la absoluta inocencia de nuevo.

Quizá se están preguntando porqué no usar uno solo. Bueno, se puede y si tuviera que escoger (y es que ya escogí) seguiría quedándome con THE WORK. El Ho'oponopono tiene para mí un aspecto negativo: parte de que hay algo "malo" dentro de mí: mis memorias, y hay que "limpiarlas", o sea, que hay algo sucio. Yo no puede ver eso. TW me dice que no son mis pensamientos, memorias ni nada dentro de mí que esté mal, simplemente que cuando "me creo" los pensamientos, cuando los confundo con la realidad yo sufro. No tengo que "limpiar" nada; puedo tener todos los pensamientos, recuerdos e historias que deseo con tal de que indague en esos que confundo con la realidad. Así, me sigo pasando la película de mi vida y tan campante porque cada vez es más bella y divertida.
El Ho'oponopono tiene también otra cosa que no me cuadra y es que, según Mabel Katz, lo que tenemos de "memorias malas" es tanto que no nos bastará una vida entera para limpiarlas todas y hay que estar todo el día entero repitiendo "gracias" o "te amo" o "azul hielo" o cualquier otra fórmula mágica que se me ocurra. Mi experiencia con TW no fue así. Después de hacerlo durante alrededor de 3 meses, un día descubrí que la mente estaba bastante silenciosa (la loca de la casa estaba callada) y, a partir de entonces, simplemente lo uso cuando algo me estresa, que cada vez es menos frecuente. Vivo fundamentalmente en el presente y, es verdad, en el presente no está pasando NADA nunca, ni siquiera un pensamiento.
Pero me gusta también el Ho'oponopono. Cuando paso un mendigo en la calle y su condición me produce tristeza o lástima, puedo decir: "Lo siento, por favor perdona aquello en mí que está creando esto, gracias, te amo" y después cuestiono: "Él está sufriendo, ¿es verdad?" y sonrío, y lo escribo aquí en este blog, y siento tanto amor por mí misma, por la vida, por ustedes que leen esto (si es que hay alguien ahí) y por la divinidad que hay en mí que cualquier pobreza en mi alma definitivamente dejó de existir.
Un beso a quién esté allí. Que tengan una semana maravillosa y hagan mucho Trabajo.